RODEAR EL CONGRESO

Hay una campaña para rodear el Congreso. Se supone que pacífica, para recordar a los políticos sus obligaciones. El congreso está fortificado desde hace meses, convertido en un búnker, con los políticos en su interior, aislados de la realidad y, desesperados, recordando la inviolabilidad del Congreso, interesante que el símbolo de la soberanía popular no sea accesible a la cuidadanía, que somos los que tenemos la soberanía.

Y en éstas, viene la señora de Cospedal y nos suelta que la última vez que se rodeó el Congreso fue en el intento del golpe de estado del 23-F. Curioso que para los políticos el pueblo que reclama sus derechos y su capacidad de decisión sean unos golpistas, como para escribir un tratado sobre el tema.

Sólo quiero recordarle una cosa a esta señora: Durante el golpe de estado, el Congreso se rodeó para liberarlo de los que estaban dentro.

«Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad» (Miguel Delibes).

Los comentarios están cerrados.