EL INTERÉS POLÍTICO

El señor Pujol hijo, señor Oriol, está imputado en un caso de adjudicación de unas concesiones de ITV «a dedo» y de enriquecerse a costa de ellas, de modo ilícito. Lejos de negar los hechos, al menos en cuanto a la concesión «a dedo», afirma que lo hizo por «interés político» y en defensa de un modelo de estado. Como siempre, los periodistas, «la voz de su amo», no han entrado demasiado en detalle, incluso lo han defendido, pero yo lo he escuchado de su boca, por lo que sé seguro que lo ha dicho.

¿Interés político? Podría llegar a entender el interés público, pero el político… O sea, lo que más les conviene a él o a su partido… Sin comentarios.

¿Y qué decir de la defensa de un modelo de estado? ¿Quién le ha concedido a este señor la potestad para ser él el que decida cómo ha de ser el estado? ¿No le corresponde eso al titular de la soberanía? Recordaré, porque estos políticastros tienden a olvidarlo, que la soberanía reside en el PUEBLO, no en ellos. Pero aceptemos que este señor sabe cuál es el mejor modelo de estado, porque recibió una especie de inspiración divina. Pues resulta que está defendiendo un estado basado en la corrupción, en las adjudicaciones a dedo a amigos, en la ausencia de libre competencia e igualdad de oportunidades, en la falta de transparencia (Por no decir total opacidad), en la necesidad de medrar para triunfar, en la falta de democracia, en la autoridad de uno contra todos, en el «ordeno y mando», en el enriquecimiento ilícito… Francamente, no me interesa un estado de estas características.

«El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es el fin justifica los medios» (Georges Bernanos).

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