LA INVOLUCIÓN DE RTVE

Del gobierno de Zapatero se pueden decir muchas cosas y probablemente la mayoría malas. Sin embargo, algo que es indiscutible y que es mérito suyo, es que consiguió una radio y televisión públicas de calidad, sin publicidad, imparcial, objetiva. por fin daba gusto ver u oír al «Ente Público» y no acabar crispado, fueras de la ideología que fueras.

Con este gobierno, en pocos meses, se acabó todo eso y el problema es que va a más. Algunos críticos dicen que buscan el hundimiento de las audiencias para justificar que no es sostenible y poder privatizarlo. Yo añado más: mientras eso ocurre, o si no llega a ocurrir, podemos usarlo como plataforma de manipulación. Y como a nivel político habría muchas quejas, se está haciendo a nivel social.

Así, en TVE, en los telediarios, se emiten reportajes en los que se aconseja a los parados que recen (no me estoy inventando nada), o se sugiere a los padres que vigilen la ropa que llevan sus hijas; no puedo evitar pensar en una grandiosa escena de la película air-bag, cuando un político es detenido por abuso de menores y hace el siguiente comentario: «¿Cómo iba yo a saber que tenía 11 años? La culpa es de los padres que las visten como p…». Por si ésto fuera poco, cada vez hay más anuncios y es que el concepto de patrocinio cultural puede llegar a ser muy laxo.

En RNE es todavía más descarado: En las primeras horas de la mañana, dan noticias; son titulares, dado que en media hora han de dar las noticias más relevantes, hablar del tiempo y de los deportes y hacer desconexiones locales. Ya hablé en el anterior post de que la noticia sobre la doble mastectomía de Angelina Jolie era considerada tan importante como para ir en esta sección. Pero el otro día, una de las noticias más importantes era que la iglesia de Venezuela tenía un problema de abastecimiento de vino de misa; genial. Pero además, el presentador se permite emitir opiniones muy personales; así, habla de que la Unión Europea nos exige subir el I.V.A. (ya saben: menos dinero y por lo tanto menos consumo y más problemas para llegar a fin de mes) y lo apostilla con un «nos conviene. Hay que salir de la crisis». Sin comentarios. Pero la involución se observa todavía más cuando este señor escucha a un contertulio decir «es justo y necesario» (frase que se dice en misa, pero que es totalmente aséptica y se puede usar para muchas situaciones y de hecho se usa) y le dice totalmente serio que no está dispuesto a tolerar bromas sobre la religión; si le parece a este señor, podemos prohibir las fiestas y los cines en Semana Santa y que la radio sólo emita música sacra; ya lo aplicaba Franco en su momento.

Lo lamentable de todo esto es que nosotros, los dueños de RTVE, no hacemos nada. Como en tantos otros órdenes de la vida. Y así nos va.

«Un periódico consta siempre del mismo número de palabras, haya noticias o no las haya» (Henry Fielding).

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