Como Terminator, he vuelto. Llevo muchos meses sin escribir; obligaciones personales me han mantenido alejado de mis proyectos en Internet; la política, cada vez más sucia y arrastrada, tampoco me ha motivado a salir de una apatía casi de resignación, pero estoy aquí de nuevo. No estoy dispuesto a dejarme vencer por esa apatía interesada a la que nos quieren llevar nuestros dirigentes; no, no estoy dispuesto a ser un cordero sin capacidad de crítica o resistencia que se deja manipular, sometido, a los intereses de la clase dirigente, sea política, empresarial o financiera. Ya lo he dicho muchas veces y no me cansaré de decirlo: nuestra situación es sólo culpa nuestra y sólo de nosotros depende cambiarlo. Tal vez no sirva de nada, tal vez esté solo porque la inmensa mayoría de nosotros en realidad no lo ve así y está a gusto con lo que hay. Pero yo no estoy a gusto y no me resigno; y si no sirve de nada, al menos servirá para desahogarme, que no es poco.
«El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo» (André Malraux).