LA DEFENSORA DEL PUEBLO

Desgraciadamente tengo poco tiempo para actualizar este blog.  Se trata de un proyecto personal, no es profesional ni empresarial, por lo que he de aprovechar los escasos espacios de tiempo que tengo libres. Por ello, dejo pasar múltiples circunstancias a comentar por no poder dedicarle todo el tiempo que desearía. Pero hay cosas que me soliviantan y saco tiempo de donde sea.

Hasta dónde yo sé, la figura del defensor del pueblo se creó para defender a la ciudadanía de los desmanes arbitrarios de las administraciones. Pues ahora resulta que un juez hace un comentario sobre la clase política en una sentencia y se plantea actuar de oficio. Parece ser que se ha de cambiar de nombre y llamarse defensor de los políticos, poderosos y opresores.

Y no olvidemos que la delegada del gobierno en Madrid, la misma que autorizó la concentración alrededor del congreso que ha dado lugar a lo anterior, después lo calificó nada menos que de golpe de estado encubierto y comenzó a abogar por limitar el derecho de manifestación (¿qué otros derechos vendrán después?); y el señor Gallardón lo llamó ataque a la democracia. Tal vez sea un poco paranoico, pero da la sensación de que primero se autoriza, luego se infiltran a supuestos violentos (recordemos fotos de alborotadores que después mostraban su placa de policía para no ser apaleados), se empieza a justificar el recorte de derechos en aras de parar una supuesta revolución y altercados y se acaba con un estado de excepción permanente.

Un paso más en la involución que está sufriendo España con la connivencia de todos nosotros.

«la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas» (Albert Camus).

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