PACTOS A LA ESPAÑOLA

El problema de los políticos que nos han tocado en desgracia, quizá no sea la ineptitud o que sólo miren por sus propios intereses, como yo pensaba hasta hace poco. Quizá el problema sea de formación; al fin y al cabo, a algún inepto se le ocurre una reforma de la educación, del que salen mayores ineptos que vuelven a hacer una reforma, entrando en un terrible círculo vicioso. Lo digo porque parece que estos señores no tienen claro lo que es un pacto; y si no entienden las palabras que usan, ¿cómo van a ponerlas en práctica?

El otro día, el principal partido de la oposición anunció a bombo y platillo que querían pactar; no sé bien sobre qué, ni tampoco sé si este pacto es necesario, no entro en ello; el problema viene cuando apostillan que están dispuestos a pactar… siempre y cuando el otro partido haga lo que ellos digan. sorprendente y preocupante. Pero el otro partido, que sustenta al actual gobierno, responde y dice, más o menos, que están de acuerdo, que ellos también están dispuestos a pactar… siempre y cuando el otro partido haga lo que ellos digan.

Preocupante. Por no decir de escándalo.

«No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino» (Johann Wolfgang Goethe).

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